Te amo como se aman ciertas cosas oscuras: secretamente, entre la sombra y el alma.
-Neruda
domingo, 22 de abril de 2018
Siempre he sido muy curiosa.
Me pregunto si seguirás quemando ligeramente tus labios con ese tabaco de liar, si tal vez los años te habrán pintado ya las primeras canas sobre esos rizos azabache que tanto me gustaba acariciar.
Me pregunto si en tu voz suave y serena se aloja algún matiz de madurez o de cansancio y si esa clara mirada sigue observando la vida con intriga.
Me pregunto si seguirás quemando ligeramente tus labios con ese tabaco de liar, si tal vez los años te habrán pintado ya las primeras canas sobre esos rizos azabache que tanto me gustaba acariciar.
Me pregunto si en tu voz suave y serena se aloja algún matiz de madurez o de cansancio y si esa clara mirada sigue observando la vida con intriga.
Si vagas por las calles desiertas de algún pueblo buscando una imagen que captar.
Y si aún suspiras por esos besos frustrados.
Si alguna vez cruzo tus pensamientos, tal vez tus sueños.
Me pregunto muchas cosas, ya sabes que siempre he sido muy curiosa.
Y si aún suspiras por esos besos frustrados.
Si alguna vez cruzo tus pensamientos, tal vez tus sueños.
Me pregunto muchas cosas, ya sabes que siempre he sido muy curiosa.
miércoles, 4 de abril de 2018
Querías parar el tiempo.
Era una tarde de primavera en la Alameda, y con una caña en la mano arreglábamos el mundo.
El sol -y la cerveza- te había hecho sonrojar, y me parecías más adorable que de costumbre. Entre risas y suspiros confesaste que no podías creer que esa fuera la última vez que me verías.
Caminamos bajo un cielo pintado con el color de tus ojos, esos que me miraban con la nostalgia de lo que pronto dejará de ser.
Era una tarde de primavera en la Alameda, y con una caña en la mano arreglábamos el mundo.
El sol -y la cerveza- te había hecho sonrojar, y me parecías más adorable que de costumbre. Entre risas y suspiros confesaste que no podías creer que esa fuera la última vez que me verías.
Caminamos bajo un cielo pintado con el color de tus ojos, esos que me miraban con la nostalgia de lo que pronto dejará de ser.
Fue corta la despedida -así las prefiero.
Diez segundos, quizá menos.
Un ligero abrazo, unas frases hechas y adiós.
Pudimos para el tiempo...
Diez segundos, quizá menos.
Un ligero abrazo, unas frases hechas y adiós.
Pudimos para el tiempo...
martes, 3 de abril de 2018
Hay una extraña que se parece a mí. Mira a través de mis
ojos, habla con mi voz, camina con mis pies, besa por
mis labios; vive por mí.
La extraña se levanta y se acuesta, sonríe y llora y en el
espejo se refleja mi rostro pero no soy yo. Me ha invadido y se ha adueñado de
mi cuerpo, de mi vida.Y poco a poco me vence, me derrota, me hace pequeña e
invisible. Pero no puedo luchar contra ella, porque es más fuerte.
Y me pregunto si algún día dejará de ser una extraña, si
volveré a ser yo, si veré con mis ojos y hablaré con mi voz; si volveré a vivir
en mí.
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